8ª Lampreada del Rotary Club Vigo

Siguiendo con la tradición, inaugurada en el año 2009, el ROTARY CLUB VIGO, celebró el pasado día 4 de marzo de 2017, su 8ª LAMPREADA, esta vez, en la Adega do Sossego, en la cercana ciudad de Melgaço, en nuestro vecino país Portugal.

Salimos, la mayoría en autobús, desde Vigo, con puntualidad británica, cosa difícil de conseguir, ya que lograr juntar a 30 españoles y 2 mejicanos ( ya casi españoles, pues llevan dos años con nosotros), que estuvieran a las 13 horas, todos juntos, en un mismo sitio, no es nada fácil, pero se consiguió. A las 14 horas y poco estábamos reunidos con el resto de los compañeros y lampreada_8_01amigos, que habían ido por su cuenta y riesgo, en la Adega do Sossego, buscando cada uno su sitio, más o menos estratégico, para empezar a darle al carrillo, pues ya los jugos gástricos, empezaban a alterarse.

Empezamos con unos entrantes, de jamón, queso, chorizo, y unos trocitos de oreja, regados con una albariño de la zona, o con un tinto alentejano, con muy buena pinta y buen olor ( el narrador sólo puede oler y no catar, por “consejo” médico y vigilancia matrimonial), seguidos de la lamprea seca, de la lamprea a la parrilla, y al fin la esperada desde al pasado año, la lamprea a la bordelesa, esta vez en lugar de venir presentada en la cazuela de barro típica, venía en una fuente de porcelana, blanca, con lo que resaltaba más, pero no era, al menos para mí, lo mismo ; no obstante se le rindieron los honores acostumbrados, sobre todo cuando apareció, un arroz de lamprea, francamente bueno, que nos ayudó a digerir y dirigir, al negro bicho, a su lugar de reposo y enterramiento: nuestro estómago.

De postre unas fruslerías, más bien dulces, “cafesiño” con “pingo de leite” los más numerosos y algunos afortunados con su copa de CFR.

lampreada_02Evidentemente en estos momentos de euforia y camaradería, y estando Antón Pulido, entre los comensales, se iniciaron los canticos, más o menos populares, para seguir con un dúo mixto y terminar con un quinteto, que consiguió hacer que se levantara la sesión a las 18,30 horas.

Despedidas, abrazos, enhorabuenas, etc., etc. Y alrededor de las 19 horas iniciamos la vuelta al lugar de origen, habiendo conseguido pasar un distendido día, gozando de la presencia de compañeros rotarios y amigos, no rotarios, pero muy afines a nuestra organización.

Esperemos que esta tradición de la “lampreada” siga creciendo en años y en asistentes, y enhorabuena a Pepe Simón, alma mater, y páter, de esta Xuntanza lúdico-gastronómica-lirica.

 

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